Una amiga que quiero mucho me envió el texto siguiente. Porque me llegó al alma me di a la tarea de traducirlo, para así compartirlo con ustedes:
“Quiero decir algo acerca del debate de la espiritualidad. ¿Usted no cree en Jesús? Está bien, pero por qué es tan importante para muchos de ustedes hacer burla de los que sí creemos en Él? Si resultase que nosotros estamos equivocados, qué habremos perdido cuando nos llegue la muerte? Nada. Qué daño les hace a ustedes que nosotros creamos en Jesús? Ustedes creen que por eso somos estúpidos? O ingenuos? En qué los afecta a ustedes? Si ustedes resultan ser los que están equivocados, las consecuencias serán considerablemente peores. Yo prefiero vivir mi vida creyéndole y sirviéndole a Él, y acabar descubriendo que la verdad está de mi lado, que vivir sin creer en Él y sin servirle, y acabar concluyendo que estaba equivocado. Entonces será demasiado tarde.
No tengo nada de que avergonzarme! Yo creo en Jesucristo. Él dijo: “niégame delante de tus amigos y yo te negaré delante de mi Padre.” Él está regresando… Es el hombre más importante de la historia. No tenía sirvientes, y aún así le servían. No tenía educación formal y le llamaban Maestro. No sabía medicina y curaba a los enfermos. No comandaba ejércitos, y aún así los reyes le temían. No ganó batalla alguna y logró conquistar el mundo. No cometió ningún crimen y aún así lo crucificaron. Lo sepultaron en una tumba y sigue vivo entre nosotros.
Su nombre es Jesús. Dios es bueno, siempre!”
