Los muertos que vos matáis…

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Gozan de cabal salud, concluye la cita, que data del año 1643 y aparece en la comedia El Mentiroso, del escritor francés Pierre Corneille. La traigo a colación porque me parece evidente que mientras más intentan sus detractores, entre ellos algunos colegas periodistas, vaya uno a saber con qué intenciones, acabar con el prestigio y el poder de convocatoria política del expresidente Alvaro Uribe, más se confirma que crecen sus huestes, de un proceso electoral al siguiente. Si el propósito de llevarlo a rendir indagatoria ante la Corte Suprema de Justicia, montando además en torno de eso un deplorable espectáculo, era desacreditarlo y diezmar su influencia en las recientes elecciones, el resultado terminó siendo todo lo contrario.
Dicen los que saben, y mientras más me sumerjo en esto más descubro que los que saben no saben tanto, que en política influye lo que llaman la ley del péndulo, que consiste en que cuando las cosas favorecen a una de las dos vertientes, existe una gran probabilidad de que en los comicios siguientes, el péndulo, y el favor popular, se desplacen al lado contrario. Estoy convencido de que quienes votaron en contra de las opciones de centro derecha, tanto en Colombia como en la Argentina, acabarán arrepintiéndose más pronto de lo que imaginan, cuando comiencen a entender que la izquierda no distribuye riqueza sino miseria, y que lo que ha llevado a que nos odiemos los unos a los otros no es la desigualdad, sino la estéril lucha de clases que ellos promueven.
Con la divulgación de las noticias sobre los resultados me llevé la impresión de que estábamos cayendo de nuevo en el pánico, causado una vez más por la desinformación que esparcen algunos medios que simplemente no pueden ocultar que Uribe no les cae bien. Se vendió extensamente la narrativa de que el Centro Democrático había encajado una derrota y que había llegado el fin del liderazgo del expresidente Uribe, pero las cifras muestran una realidad completamente distinta.
Veamos: hace cuatro años, en las elecciones municipales y departamentales del 2015, similares a las del pasado 27 de octubre, el Centro Democrático obtuvo 1.456.025 votos para Gobernaciones. Este año prácticamente duplicó esa cifra, con 2.967.943 votos, y mientras que en el 2015 los votos obtenidos le alcanzaron para elegir un Gobernador, esta vez lograron elegir a 4 del partido y 3 más en coalición. En lo que se refiere a elecciones de alcaldes, los votos en el 2015 fueron 1.784.986, y este año llegaron muy cerca de los 3 millones. Con esos sufragios, el Centro Democrático, que hace cuatro años había elegido a 57 alcaldes propios y 4 en coalición, subió ahora para 120 alcaldes del partido y 71 más en coaliciones con otras colectividades políticas

El partido de Uribe tiene ahora la enorme responsabilidad de seguir trabajando porque en el 2022, cuando los que votaron contra sus candidatos se den cuenta de los desastres que eligieron, van a regresar arrepentidos. Colombia es una sola y debemos empeñarnos todos, cada uno como le corresponde, a impulsarlo hacia adelante, independientemente de quienes lo gobiernen.

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