Las redes sociales se han venido saturando de comentarios, a veces mal intencionados, a veces escritos de buena fe pero basados en información imprecisa o insuficiente, y todos llevan a confundir más a la opinión pública, a exacerbar los ánimos y a fomentar ese clima de odio que ya es evidente y que, es apenas cuestión de tiempo, va a desencadenar inexorablemente muy lamentables episodios de violencia. En tiempos de crisis, y este que vivimos sí que lo es, la gente no puede estar dando crédito a todo lo que lee, ve o escucha en los medios convencionales, mucho menos en lo que aparece en las redes sociales. Hay, evidentemente, sectores interesados en desestabilizar el país, con muy oscuras intenciones. No han podido asimilar que Donald Trump obtuvo, en las elecciones del pasado mes de noviembre, 306 votos electorales, cuando necesitaba 270 para llegar a la Casa Blanca. Ganó en 33 de los 50 estados. De un total de 3,143 condados en todo el país, ganó en 3,080. Hay gobernadores republicanos en 33 estados, donde vive el 60% de la población. El 40% restante vive en los 16 estados gobernados por demócratas y en Alaska, que tiene un gobernador independiente. Dicho de otra forma, el pueblo en las urnas estableció con cristalina claridad el rumbo ideológico que prefiere y la Casa Blanca la ocupa hoy el Presidente que eligieron las mayorías, no las de California y Nueva York, sino las de 33 de nuestros 50 estados.
